Dedicada a unos amigos, gente de derecho y, sin embargo, festeros.
Su amigo Francisco Martínez Abellán y el entonces presidente de la Sociedad de Festeros de Ontinyent, Vicente Gil, ambos abogados, introdujeron al mestre Ferrero en un círculo de amigos formado por abogados, notarios y registradores de la propiedad, que tenían previsto formar bien una comparsa o al menos una escuadra especial, que desfilaría en la vecina población de Llutxent. Tras varias reuniones y ensayos, el 25 de abril de 1981 la escuadra especial desfiló acompañada por la banda de Ontinyent que estrenaba para la ocasión la marcha mora titulada, dedicada a tan singular escuadra.