Dedicado a su amigo Sergio Molina Gea con motivo del resultado de un compromiso adquirido si este pasaba a formar parte de la Filà Tuaregs de Albaida.
La pieza empieza a gestarse en Nueva York en el verano de 1997, cuando un compañero de estudios interpretó una melodía que más tarde sería la base de la marcha. Se finaliza en marzo del 98 siendo la tercera marcha del autor.
Se estrena en Albaida en el ensayo de moros y cristianos de 1998.